Después de un mes de no ver a Leonardo, fui ayer a visitarlo junto con Ala.
Aquí aparecen mis hijos con mi nietecito bienamado.
Después de un mes, Leonardo luce enorme, sobre todo de cachetes. No recuerdo si así son los bebés, tan cachetones. En todo caso, Leonardo sí es en este tiempo.
No lo cargamos ni platicamos con él, ni nada por el estilo pues estuvo durmiendo todo el tiempo que estuvimos en su casa. Velamos su sueño, entonces, un poco como se ve en la foto.
Mi imaginación acerca de que él ya estaba en su cuarto en su camita resultó errónea. Está en una camita pero en la plegable, y todavía junto a la cama de sus papás, para un mejor e inmediato cuidado.
Todo bien, afortundamente.