Mientras planeaba, buscaba, cosía y leía, recordaba. Mil momentos y un momento han regresado a mí a través de la misma actividad.
Planeé, busqué, bordé, leí, y más, al esperar la llegada de mi hijito y luego de mi hijita. El poder saborear el recuerdo de tales dichas ha sido grato para mí y muy estimulante. Ese placer estaba ahí, en la memoria, aunque aparentemente olvidado.
Agradezco por eso, por el bebé que nacerá en unos días y por todo lo que ha traído ya a mi vida. Bienvenido el bienaventurado Leonardo.
miércoles, 1 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario