Mañana, en unas horas, cumplirá Leonardo dos semanas de nacido.
Ya no tiene ombligo y alarma a sus papás por tener los ojos abiertos demasiado tiempo. No duerme, dicen.
Sigue siendo un chico bien portado, digo yo.
Ven de noche, me dicen.
Como lo veo desde lejos, no lo veo bien, parece.
miércoles, 29 de julio de 2009
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