Leonardo debe estar haciendo sus maletitas (mentales, claro) para emprender su viaje de venida a este mundo.
Debe estar preparándose físicamente para que sus pulmones puedan aspirar y expeler el aire terrestre.
Debe estarse relamiendo los bigotes, bozo o simplemente los labios, pensando en la lechita que succionará de las chichis de Miri.
Debe estar emocionado con el primer abrazo y sonrisa que le mostrará Najú, como anticipo de lo que tendrá durante toda su vida.
Debe estar entusiasmado por estrenar la ropita que le hizo su Abue Na y la que le regalaron tantas personas que le desean un muy buen viaje y estancia entre todos nosotros.
Disfruta, seguramente, los últimos días de su ambiente acuoso, cálido y protegido, con la convicción de que aquí afuera lo diferente será la sequedad ambiental (aunque el agua se convierte en humedad intensa). Recibirá tanto amor y protección que le resultará igualente cálida su llegada.
lunes, 13 de julio de 2009
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