Así lució Leonardo en su primera visita a la casa de sus abuelos paternos.
Es muy tranquilo, muy bien portado.
Se quedó mirando todo y a todos todo el tiempo. Sólo en algún momento se incomodó porque estaba mojado y quería comer.
Todavía no tenemos el espacio adecuado para él pero poco a poco lo iremos formando para que estemos todos muy contentos y tranquilos con su visita.
Gracias por Leonardo.
domingo, 13 de septiembre de 2009
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