El hecho de estar tan lejos de Leonardo se ha convertido en un fuerte ejercicio de imaginación.
Cada día le pido a Miri noticias de él y me cuenta algunas que me sirven de base para pasarme horas enteras bordando en lo mismo.
Ayer me dijo que Leonardo está tan grande que fue necesario sacarlo del moisés que le hizo su abue Na y colocarlo en su cunita. Entiendo, entonces, que ya está en su propia habitación, muy bien acondicionada y decorada por sus amorosos papás. Me cuesta imaginarlo ahí. Tiene un mes apenas y ya está en su cunita, en su propia habitación. Wow.
También me dijo que le está dando vitaminas. Ahí entro en confusión pues siempre he tenido a las vitaminas como complementos de la alimentación. Y, si Leonardo toma del pecho de su mamá y, además, de la fórmula para biberón, ¿por qué necesita más? ¿para qué? Seguramente quieren asegurarse, sus papás y el médico, de que cuente con todo lo necesario para crecer sin problemas de enfermedades, dado que ahora hay muchísimas en el ambiente. Eso debe ser.
Bien por ellos.
jueves, 20 de agosto de 2009
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