Leonardo espera su comida.
Después de pasar una hora en brazos de su abuela, abue Na, Leonardo espera con mucha calma su comida.
Este día fue excepcional pues por primera vez le canté algunas canciones. Espero que resulte como con su papá, mi hijito, quien mantuvo en buen estado su percepción sonora a pesar de su temprano acercamiento con mi desentonada voz. Lo deseo de corazón.
Si yo hubiera tenido más tiempo para estar con él, le hubiera podido dar de comer también. Otro día será, sin duda. Poco a poco.