miércoles, 27 de abril de 2011

Nuevos y viejos juegos















Ahora le encanta que lo ponga de cabeza. Incluso me permite comerlo un poquito.


En la recámara de su bisaEva encontró un teléfono para llamar a Tati (en cada teléfono quiere hablarle a Tati).


Grandes carcajadas emite cuando jugamos a Los caballitos: Corren los caballitos, los grandotes y los chiquitos, porque allá en la caballeriza la comida se sirvió... de Cri-crí, sobre todo porque combino movimientos rápidos con lentos; en el cambio entre uno y otro se queda esperando; como sabe lo que viene lo saborea de antemano.

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