martes, 28 de junio de 2011

Ayuda, come y se esconde




















Como le regalé un rastrillo, Leonardo me ayudó a barrer las hojas del eucalipto del jardín de atrás.


A pesar de haber comido bien, cuando vio un durazno quiso comerlo. Es otra de las frutas que le encantan, como a su papá.


Aprovechó una caja enorme para meterse en ella y esconderse. Le encanta jugar a Las escondidas.







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