


Ahora le encanta que lo suba a la hamaquita para columpiarlo. Encontramos la manera de engarzar la red a la madera para que no haya posibilidad de que se caiga y eso le ha dado mucha seguridad, tanta que pide que lo meza fuerte y rápido.
También le gusta que lo cargue de cabeza. Cuando lo pongo así, le pregunto cómo se ve el mundo de cabeza. No me contesta. Todavía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario