Este año la celebración de la Noche buena fue en la casa donde vive Leonardo con sus papás. Sus abuelos maternos vinieron desde Orizaba.
Él estuvo feliz jugando con su espada de pirata, mientras lo observaba Marco Aurelio, su Yeyé. También pidió posada para lo cual tuvo que escoger la velita que llevaría. Participó en la pastorela que organizó su mamá, durante la cual fungió como pastorcito. Después de cenar lo acompañé a jugar con su nueva ambulancia. Y luego también jugó con él su Abu.
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