domingo, 25 de diciembre de 2011

Regalos







Leonardo disfrutó mucho de la repartición de los regalos. Su Tati le regaló botas y paraguas con dibujos de Cookie Monster y se los mostró a su mamá y su tío Erik. Repartía regalos así que me llevó uno. Ayudó a su papá a abrir alguno de los que le tocaron. Al final me pidió que le leyera un libro que le regalé, así que lo hice mientras su prima Jimena quería ver las ilustraciones también.







Nochebuena en su casa









Este año la celebración de la Noche buena fue en la casa donde vive Leonardo con sus papás. Sus abuelos maternos vinieron desde Orizaba.

Él estuvo feliz jugando con su espada de pirata, mientras lo observaba Marco Aurelio, su Yeyé. También pidió posada para lo cual tuvo que escoger la velita que llevaría. Participó en la pastorela que organizó su mamá, durante la cual fungió como pastorcito. Después de cenar lo acompañé a jugar con su nueva ambulancia. Y luego también jugó con él su Abu.









sábado, 24 de diciembre de 2011

Masas







Aprovechando que su Abu hacía pan con manzanas, Leonardo usó su Play-doh para hacer algo similar, con rodillo y todo.







Play-doh

Alaíde, su Tati, le compró Play-doh y juntos estuvieron jugando con esa masa por muchas horas, muy entretenidos.

Con cariño








Con cariño posa con su gatito de peluche que trajo de su casa. Escucha atentamente la música de los Hermanos Rincón. Se esconde debajo de las sábanas. Hace música para acompañar la rama. Y, claro, termina cansadísimo y se amodorra sobre la almohada.











martes, 6 de diciembre de 2011

Arrullo

Como tenía sueño le pregunté si quería que lo pusiera en la cama o que le cantara en el sillón. Prefirió el sillón y yo le canté muchas canciones de Cri-crí y de los Hermanos Rincón. Gran momento para mí. Lo disfrutamos mucho.

Aprende junto a su bisaEva



Su bisaEva le enseña a Leonardo cómo usar los cilindros de unicel para subir y bajar los brazos al mismo tiempo.



Aprende junto a su Abu







Junto a su Abu, Leonardo aprende desde asuntos académicos, como sacar punta a los lápices, hasta mecánicos, como desentrañar la diferencia entre un carrito-león y una moto, pasando por los lúdicos, como manejar su leoncito sin chocar con el baúl.