Leonardo, Miri y Najú vinieron este día a desayunar con nosotros. Aquí, saborea la miel que le puso su papá a la papaya.
Mientras su güelogüero y su papá colocaban el nuevo asiento para él en el coche de Randy, su mamá lo paseó.
Al fin, después de varios intentos, el asiento quedó listo y él se sentó muy bien en él, así que fuimos todos al parque.
Ahí, Leonardo disfrutó de la resbaladilla, el colchón para brincar, un globo y el paseo en un pony (como se evidencia aquí). Todos juntos nos subimos al trenecito. ¡Faltaba más!
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