viernes, 17 de diciembre de 2010

Como un arbolito







Después de la fiesta en su escuelita, aprovechamos para recoger sus regalos de Navidad.


Recibió un Buzz Lightyear, de parte de sus abuelos paternos, y un Popeye, enorme, que le envió su tíaAla.



Aprovechó Leonardo para estar con su papá. Juntos fueron hasta arriba y luego jugaron con la campana que acompaña a Cookie.







Su primer disfraz










En la fiesta de fin de año de la escuelita a donde va, Leonardo asistió disfrazado de árbol de Navidad.
Jugó solo y con sus compañeros.
Su mamá luce orgullosísima. Su güelogüero y su papá lo ven con gran ternura. Yo, su abueNa, lo acompañé a balancearse en ese gran caballo.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Inicios musicales


Con su mamá y su güelogüero, los miércoles por la tarde va a su clase de música en inglés.
Cantan, bailan y juegan. Leonardo, feliz.

martes, 7 de diciembre de 2010

De sopa, regresiones y algo más








Leonardo vino hoy con su mamá y comió sopa de espinacas, él solito.
A veces tiene regresiones, así que quiso que lo subiera a la andadera y luego no sabía qué hacer ahí.
Hizo frío hoy así que le pusimos la capucha de su chamarrita.


domingo, 5 de diciembre de 2010

Mismo día en el parque







Fotos tomadas por Randy:
  • Leonardo baja felicísimo por la resbaladilla.
  • Yo lo ayudo a trepar, aunque no precisamente por los apoyos.
  • En el brinca-brinca, asegurado a la mano de su mamá.
  • En el pony, con su mamá y su papá.



Mismo día, en la casa








Randy tomó estas fotos:
  • Miri muestra la bota navideña que le hice a Leonardo.
  • Yo ayudo a Leonardo a sentarse para usar la computadora.
  • Leonardo y yo leemos el libro "Éste no es mi gatito..." y cuando llegamos a la parte "tiene la lengua de seda" nos enseñamos las respectivas lenguas.
  • Najú, Leonardo y yo nos columpiamos en la terraza.


Desayuno y paseo











Leonardo, Miri y Najú vinieron este día a desayunar con nosotros. Aquí, saborea la miel que le puso su papá a la papaya.


Mientras su güelogüero y su papá colocaban el nuevo asiento para él en el coche de Randy, su mamá lo paseó.


Al fin, después de varios intentos, el asiento quedó listo y él se sentó muy bien en él, así que fuimos todos al parque.


Ahí, Leonardo disfrutó de la resbaladilla, el colchón para brincar, un globo y el paseo en un pony (como se evidencia aquí). Todos juntos nos subimos al trenecito. ¡Faltaba más!