Como ha estado lloviendo mucho y Leonardo todavía no está recuperado de la gripa, fuimos güelogüero y yo a su casa, para que su mamá saliera a hacer la compra de la semana.
He aquí una pequeña muestra de lo que nos divertimos: leyendo, jugando al conejito, acariciando a Propio, barriendo al mismo tiempo de que hacía solitos.