Pensamos llevarlo a Los berros. Como ahí iba a haber un concurso de disfruces, le puse el disfraz de Buzz que le compramos hace poco, pero no quiso ir. Prefirió quedarse a jugar con los dinosaurios.
Entonces, apareció el "planeta de los dinosaurios", en donde jugaban a cabalgar unos sobre otros; luego, por supuesto, el "planeta de los libros" y así: prendía las luces de las alas de Buzz y su Lola lo hacía volar, pues su Abu estaba exhausto por trabajar intensamente durante la mañana. Me sorprendo de la fuerza que todavía tengo para hacerlo volar.
Más tarde pidió que lo maquillájamos y escogió la cara de un perrito.
También jugó con Play-doh para hacer galletitas.
Como había pasado buena parte de la mañana con su mamá en la alberquita, estaba muy cansado; sin embargo, no se durmió a pesar de que vimos la primera parte de una película y de que le leí tres libros para antes de dormir.
Dio tiempo de que regresara Miri de la escuela y se lo llevara para dormirlo en su casa.
